Por unanimidad, fue condenado a prisión perpetua Santiago Campos Matos por el femicidio de Anahí Bulnes. La decisión de los vocales de la Cámara 6ª del Crimen y de los jurados populares coincidió con el pedido que habían hecho el fiscal de la Cámara, Fernando Palma junto a la fiscal adjunta Eugenia Pérez Moreno -quien instruyó la causa-. Era la única pena posible para la calificación de homicidio calificado por mediar violencia de género (femicidio) que pesaba sobre el acusado.
Los fiscales dieron un extenso alegato en la audiencia de este viernes en las que argumentaron cuáles fueron las pruebas que incriminan a Campos Matos y por qué el contexto fue el de violencia de género.
El veredicto del tribunal de la Cámara Sexta del Crimen junto a los jurados populares llegó luego de escuchar los alegatos de las partes y deliberar por más de tres horas. Además de los fiscales, hablaron de los abogados de la querella y de la defensa de Campos Matos.
Con su carácter imperturbable, su mirada penetrante, con un buzo color beige Santiago Campos Matos escuchó los alegatos de los fiscales, los abogados querellantes y de su abogado defensor que pidió la absolución por falta de pruebas.
Ante la falta del cuerpo de Anahí, la carga de la prueba se basó en indicios. Los principales indicios fueron el ADN de la sangre encontrada en la pared del departamento de Campos Matos compatible con el de Anahí Bulnes, el resultado de las cámaras que ubican a la víctima y al imputado entrando al departamento de él en la madrugada del 5 de diciembre. Esas mismas cámaras que daban al ingreso del edificio de Campos Matos no detectaron en ningún momento que la mujer saliera con vida de allí. Tampoco la detectaron las cámaras de las cuadras aledañas. Pero si lo registraron al acusado salir en 9 oportunidades con cambio de vestimenta y en 5 de esas veces llevó bolsas de residuos donde se presume que descartó el cuerpo de Anahí.

El cuerpo de Anahí Bulnes nunca apareció desde aquella madrugada del 5 de diciembre de 2022 cuando se la vio por última vez con vida al ingresar al edificio de Santiago Campos Matos, ubicado en avenida Olmos al 500. Ambos se conocieron momentos antes en las calles del centro donde Anahí ejercía el trabajo sexual. La hipótesis es que éste la asesinó en su departamento, fragmentó el cuerpo y lo tiró en distintos contenedores en la zona céntrica.
A lo largo de dos semanas de audiencias se evaluaron todas las pruebas de la causa: las manchas de sangre compatibles con el perfil genético de Bulnes en las paredes del departemento de él, las pericias psicológicas, el contenido de las cámaras de seguridad de la zona y los testimonios de las personas cercanas a Bulnes y a Campos Matos. También el arduo trabajo que se hizo para analizar 50 toneladas de basura donde se creía podería haber restos del cuerpo.
El crimen guardaba rasgos macabros: el mismo Campos Matos aseguró que le gustaban las cosas “oscuras”, los policías que allanaron el lugar hablaron de un departamento oscuros con simbología pintada en las paredes. Distintos allegado suyos dijeron que difrutaba de ver videos de crímenes. La misma pericia psicológica determinó que el hombre, de 36 años, tiene características psicopáticas con rasgos sádicos y perversos pero que puede comprender y dirigir sus acciones.
También advirtieron que su accionar lo colocaba en una situación de “control y poder”, con frialdad emocional, sin culpa ni empatía por el dolor de los demás. Advirtieron en la pericia su desprecio y odio por las trabajadoras sexuales, con quienes tenía relaciones esporádicamente.
En el juicio, sus propios vecinos advirtieron que se escuchaba con frecuencia discusiones entre Campos Matos y mujeres, algunas de ellas que llegaron a escaparse del lugar.

Abuso y una confesión
Campos Matos está imputado por haber abusado presuntamente a una amiga de una de sus hijas, en noviembre de 2021, momento que fue clavepara que su entonces esposa, Natalia Rodríguez, decidiera seprarse. En el juicio la mujer contó que fue víctima de violencia psicológica por parte de él.
En una de las conversaciones que Campos Matos mantuvo con la madre de sus sos hijas le confesó: “estoy donde debo estar, entre violadores y asesinos” a lo que agregó: “Soy un monstruo, Natalia”.
“Este señor nos ha destrozado la vida”, dijo Carlos Bulnes, papá de Anahí, en el primer día del juicio. Él junto a su esposa tienen la guarda las tres hijas de Anahí, una de ellas con problemas de salud mental que requieren de tratamiento constante. “Es por ellas que sigo. Estoy sobreviviendo porque soy creyente”, dijo ante los medios presentes.
Verónica, su hermana, contó el esfuerzo que Anahí hacía a diario para subsistir: trabajaba en dos escuelas para poder llegar a fin de mes junto a sus hijas. También contó que Anahí fue víctima de una violencia brutal por parte de su primer pareja, padre de sus hijas mayores quien no pasaba cuota alimentaria. Anahí también sufrió violencia por parte de sus segunda pareja (padre de su tercera hija) y que su último novio le controlaba hasta las llamadas telefónicas.
Con carteles y pancartas que rezan la consigna “Justicia por Anahí”, desde el colectivo Ni Una Menos y personas allegadas a Anahí esperarán el veredicto en las afueras de Tribunales II.